Bendecidos por la presencia de Dios en sus vidas

Un párrafo escrito por Enrique Monterroza en el mensaje: “Tener dinero no necesariamente es estar bendecido”, la cual dice: “Quizá a muchos les gusta escuchar que serán prosperados, que Dios les multiplicara sus bienes o su dinero, que después de dar diez Dios les dará cien, pero yo quiero decirles que si Dios no los prospera económicamente, no les multiplica sus bienes o dinero o no les da los cien que esperan al dar los diez, aun y con todo esto, NO DEJARAN DE SER BENDECIDOS, porque su bendición no esta basada en una respuesta ni en un estado financiero, sino mas bien en la PRESENCIA DE DIOS EN SUS VIDAS.”

2 comentarios

  1. Un gran Siervo de Dios, el Hermano Clemente Antunovich, solía decir cuando enseñaba, “Dios no es el Banco Nación, para que nosotros depositemos dinero en EL, y luego recibamos la devolución con crecido interés”. No debemos pensar en Dios de esa forma, porque no es un fondo de inversión. La Biblia dice: Cada uno separe de su voluntad, lo que haya propuesto en el corazón, y según lo que haya prosperado. Cuando todos echaban en la bolsa, vino una viuda y puso lo único que tenía. Y este es el resultado, “Hoy la conocemos atravez de la palabra por haberla puesto el Señor, como ejemplo de dador alegre. Ella ofrendó lo último que tenía, los otros ofrendaban de lo que les sobraba. Debemos ser dadores alegres, dar de todo lo que el Señor nos dio ya de antemano. EL es un Dios previsor, de lo contrario piensen en Adán y Eva, creados allí en el Edén, sin saber que hacer o como hacer para conseguir alimentos y sustento diario, Sin embargo, cuando fueron creados Nuestro Dios bendito, ya había creado de todo lo necesario para que ellos puedan sojuzgarlo como EL les mando. Queridos Hermanos y lectores,Dios espera lo mejor de nuestro corazón para con EL, por eso dijo: “Dame hijo mío tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”. Todo lo que somos y tenemos, se lo debemos a EL. Bendito sea Dios, por los siglos de los siglos. Amén

  2. Agrego una anécdota que escuche una vez, “Un hermano vino delante de su Pastor, y le confeso su necesidad de orar al Señor, juntos, para pedirle al Señor, que en su misericordia El prosperase su trabajo para que al crecer económicamente, el ofrendaría el Diez por ciento de sus ganancias al Señor. Luego de esta oración con su Pastor, su trabajo comenzó a darle grandes dividendos, y el hermano venía con su 10% y los ofrendaba. Así lo hizo por un buen tiempo, pero después, se puso a pensar que era mucha plata lo que estaba ofrendando, y comenzó a venir con pocas ganas a dejar su 10%. Luego no aguanto más, y le dijo un día al Pastor, quiero hablar con Ud.urgente, y este le dijo, esta bien, se apartaron para hablar y el hermano prospero le dijo al Pastor, necesito decirle que me parece que es mucha plata lo que estoy ofrendando, y pensé que tal vez Ud. podría ayudarme a solucionar esta situación. El pastor guardó silencio y luego le dijo, no puedo solucionarte, tu fuiste quien le prometió al Señor ese aporte y solo EL puede darte una solución. Pero el hermano insistió tanto que el Pastor le dijo, esta bien, vamos a orar juntos al Señor, “Pero esta vez vamos a pedirle, que EL reduzca tus ganancias, para que así, tu no tengas que ofrendar tanto, como lo estas haciendo”. Enseñanza: Alzaré mis ojos a los montes, y veré de donde viene mi socorro, Mi socorro viene del Señor, que hizo lo cielos y la tierra, no dará mi pie al resbaladero ni se dormirá el que me guarda, Jehová es mi guardador desde ahora y para siempre. Bendito sea Dios por siempre, si EL te prospera, es porque el conoce tu corazón y tiene un propósito para tu vida. Bendice a Dios en todo tiempo. Amén

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