2 comentarios

  1. ¡Que grande carga, oh Salvador,
    Llevaste Tu por mi!
    Prueba suprema de tu amor
    Sufriendo afrentas mil.

    Nunca me olvidaré de Ti,
    De tu agonía en Gethsemaní,
    Ni del calvario do por mí,
    Sufriste, oh Salvador.

    El enemigo en su furor,
    Procura hacerte mal;
    Y los soldados sin razón,
    Muestran su crueldad.

    Mofa de Ti la multitud,
    Y el sacerdocio allí,
    Se une con ella en plenitud
    De odio y maldad tan vil.

    Mas cual cordero así sufrió
    Por nuestra iniquidad,
    La copa amarga El apuró,
    Por nos en su bondad.

    Y ahora cerca de tu Cruz
    Quisiéramos quedar;
    Gracias Señor, por la salud,
    Que tu por ellas das.

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